Durante mi tiempo como estudiante de bachillerato fui un crítico y fuerte opositor a la manera en la cual nos educaban a nosotros los jóvenes frente a la historia y política de Colombia; en esta disyuntiva el colegio no cambio su forma de enseñarle a los estudiantes, no por decisión de los profesores o lo padres, sino por lo polarizante, violenta, sangrienta que puede ser la historia de Colombia. Recuerdo un viejo refrán, al cual hago referencia constantemente, “Aquel que no conoce su historia esta condenado a repetirla”, aunque para la comprensión de este texto le he cambiado a mi gusto; “Aquel que conoce una historia maquillada y disfrazada solo puede desear no repetir los errores del pasado.” La historia de Colombia es para mi como una novela escrita por Gabriel García Márquez, William Ospina, Héctor Abad Faciolince y Piedad Bonnett, una que aun se escribe y se edita diariamente; donde se pinta de diferentes colores, pero claro sobre un lienzo que actúa como cortina para los problemas y las fechorías que ocurren a las espaldas de la población.
Colombia es un país bastante tradicionalista, basado en sistemas que desde una visión critica se pueden considerar como sumamente anticuados. Por ejemplo, vemos el sistema de justicia, el sistema educativo, inclusive el de la industria, pero todo esto tiene una solución. Cuando comienzan a nacer las malas hierbas en un siembra de cualquier tipo, estas se deben cortar de raíz, y aquí en Colombia nuestros problemas se deben solucionar desde la raíz, por medio de la educación. Soy fiel creyente de que la educación es el camino no solo para un mejor país, sino para un mejor mundo. La educación es el pilar principal para la construcción efectiva de una sociedad organizada y establecida en el orden y el respeto común. Pero para poder tener una educación adecuada en el país, debemos ser enfáticos en el aprendizaje sobre la historia de la nación, no solo desde una visión eurocéntrica, esta comprende principalmente la visión de los europeos, sino también y de gran manera una visión local, una visión nacional.
Soy un ávido lector de la historia de Colombia, y siento que siempre faltara mucho para comprender la historia de un país tan bello como es este, es por esto por lo que considero que no se deben ocultar. Hay episodios en la historia que no se pueden contar de otra manera, se debe ser certero, realista y contar la verdad, desde los dos lados de la historia. No podemos elegir cambiar nuestra historia, pero si podemos elegir cambiar nuestro futuro, por ello los jóvenes y niños del país debemos conocer de que se trataron los periodos de; “El Olimpo radical”, “La Regeneración”, “La Violencia”, “La guerra de los mil días”, “La hegemonía Conservadora”, la separación de Panamá, “El Bogotazo”, el famoso 5-0, la toma del Palacio de Justicia, el golpe de “opinión” de Rojas Pinilla, el nacimiento de las guerrillas y grupos paramilitares y el narcotráfico, entre otros muchos hitos históricos.
Según Joaquín Prats Cuevas, profesor y catedrático de la Universidad de Barcelona, “La historia es cada vez mas necesaria para formar a las personas con criterio.” Me gustaría hacer una breve acotación al uso que hace este profesor, del termino “Criterio”, ¿Qué significa ser una persona con criterio? A mi forma de ver una persona con criterio es aquella que tiene la suficiente conciencia y capacidad analítica para poder comprender sus efectos en el espacio y en las personas que le rodean. El profesor Prats comenta que la historia, “Tiene un alto poder formativo para los futuros ciudadanos, en cuanto aunque no les enseña cuáles son las causas de los problemas actuales, pero sí les muestra las claves del funcionamiento social en el pasado.” (Cuevas, 2007). Coincido con Prats, pero añado que no solo la historia es aquella que nos enseña sobre el funcionamiento de nuestra sociedad, sino también la política, por ello debe de haber una formación completa y correcta sobre la política, ya que como dice Aristóteles, el humano es un “Zoon Politikón” (animal político).
Existe un valor inexplicable en el comprender la historia y la política del país, este se encuentra en la capacidad de construir un nuevo país, una nueva realidad. Con esto me gustaría hacer una invitación, formémonos en nuestra historia, conozcamos de donde venimos, comprendamos el valor de la historia, de la política, miremos hacia atrás con aliento de que podremos construir un mejor futuro para nuestra generación y aquellas por venir.
Referencias:
Cuevas, J. P. (2007, Junio 21). Universidad de Barcelona. Sacado de: Universidad de Barcelona: http://www.ub.edu/histodidactica/images/documentos/pdf/historia_necesaria_formar_personas_criterio.pdf
Molano, A. (N.A). Semana. Sacado de: Semana: https://especiales.semana.com/especiales/los-10-mas/mis-10/10-hitos-historia-colombia.html