Sergio Villarreal
En esta semana, En Perspectiva, estamos discutiendo el tema de la cinematografía, y su efecto en las sociedades. El cine tiene un efecto social gigante pues a partir de él, las sociedades y culturas se construyen de una forma similar a como se construían las mitologías y religiones antiguas con los relatos de grandes guerreros. El cine es el heredero de estos relatos épicos, y como tal tiene una función similar en como nos vemos como países y sociedades.
Entonces, cabe preguntarse, ¿Nuestro cine que dice de nosotros? Pues en los tiempos modernos vemos una clara división entre lo que se puede denominar el cine y la televisión masiva, todas las grandes sagas y películas y estudios como Marvel, Rápidos y Furiosos, James Bond, todo lo que se transmite y afecta a millones en diferentes países y continentes del mundo con presupuestos y ganancias en los billones de dólares. Este es el cine global, el cine que nos identifica como civilización más allá de las fronteras, de los idiomas, y de las religiones. Un niño musulmán en Irán puede sentirse tan identificado con la nueva película de Spider-Man como yo y mis amigos antier cuando la fuimos a ver. Esto nos da un eje compartido entre todas las naciones que podemos gozar y que nos une más fraternamente. Gracias a cosas como la nueva película de Spider-Man algo como Twitter, Instagram y TikTok puede tener un alcance global, pues tiene un tema compartido de conversación para hablar entre millones de personas.
Pero acá donde se pone interesante el tema es cuando se habla del cine como motor de las culturas individuales de un continente o país. Como el estilo de vida americano se construyó a partir de las películas del salvaje oeste. En Latino América celebramos el Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos. Una jornada de una semana al año donde se celebran los mejores cortometrajes en defensa y celebración de los derechos humanos y de nuestras culturas latinoamericanas galardonando producciones de bajo presupuesto que conllevan mensajes de un patriotismo basado en la pluralidad. Hacía eso es donde quiero encaminar esta columna de opinión, pues ese es el verdaderos Cine para la Paz. Lo que somos como Latinoamérica es un conjunto de pueblos, etnias, tradiciones y generaciones que desde la diferencia construimos nación y por eso es importante celebramos tal y como somos. Celebrar esa identidad que nos vuelve latinoamericanos y como nuestros hombres épicos de mitología pueden ser indígenas, o afros, o campesinos.
En conclusión, nuestra identidad está profundamente marcada por el cine, las obras y el contenido que consumimos día a día para poder crear un ADN conjunto como sociedad. Nuestro cine para la paz es ese ADN Latinoamericano pues en él basamos nuestra pluralidad y nuestra unidad basada en la diferencia. Esa es nuestra esencia y es por ella que debemos trabajar.