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El disfraz de Duque y su nuevo ministro; Sergio Villarreal

Iván Duque llegó con gran promesa incluso entre personas de Centro y Centro Izquierda a la Presidencia de la República ese Agosto de 2018 cuando se posesionó. El joven moderno, en algunos asuntos liberal y demócrata fue un disfraz ingeniosamente diseñado por el ex-Presidente Uribe para inaugurar el Centro Democrático ante la nueva década donde la carrera era al centro y por aquellos jóvenes cada vez más diversos, críticos y analíticos que repudiaban la polarización y las visiones retrógradas de la derecha tradicional. Para ello Duque tenía que pararse en la tarima con Alejandro Ordoñez que le dio 3 votos pero lo hizo quedar bien por decencia básica como prometer no echar a sus hijas de la casa si terminan siendo lesbianas. Llegó con un viento refrescante, la primera vicepresidenta y la promesa de un gabinete paritario que a 3 años de gobierno se quedó en puras palabras. Sobre todo la mayor promesa incumplida fue la de un gabinete técnico, de cuatro años que alejara a los Colombianos del ajedrez constante y las pujas de poder que caracterizaron los 8 años de Santos. Pero tras la trágica muerte del Ministro Carlos Holmes Trujillo y con Duque entrando a su último año en la presidencia, es un buen momento para analizar al nuevo ministro y en que quedó la promesa del joven liberal que una vez hizo trucos con una pelota de fútbol en televisión nacional.


Diego Molano tiene un gran recorrido en la política (nunca en temas de seguridad) pero en sus cargos políticos como Coordinador Programático de Pacho Santos y Concejal hemos visto sus perspectivas en Seguridad. La primera fue su apoyo inamovible a Francisco Santos, el candidato a la Alcaldía del Centro Democrático que una vez propuso electrocutar a los estudiantes de la MANE por el crimen de pedir financiación para la Universidad Pública. Además como Concejal una vez propuso un “Protestodromo” una excusa para limitar la protesta social a un domo y volverla completamente inútil haciéndola fácil de ignorar. Todo esto muestra una de las más grandes contradicciones que desde el 2018 han quedado al descubierto en la Presidencia Duque. Para el Presidente y sus funcionarios la protesta social no es un elemento necesario en la democracia ni un control al poder. Es un problema de orden público, una amenaza que tiene que ser limitada o reprimida.


Molano heredará el Ministerio en un país con masacres diarias, un crecimiento sin precedente de la pobreza y extrema pobreza, y además una crisis de DDHH en la fuerza pública con las revelaciones de lo sucedido en el CAI de San Mateo. Le queda a el dar ejemplo y exigir que se respeten los derechos humanos. Pero la pregunta real es ¿Lo hará? Porque su predecesor se paró con la policía incluso llamando populista y politiqueros a los que denunciaron los hechos. Una vez Carlos Holmes casi tiene que pagar días en un calabozo cuando no rectificó falsedades sobre abusos de autoridad de parte de la policía en el marco del Paro Nacional del 2019.


Molano no da señales de querer cambiar esa actitud conflictiva y negacionista de los problemas institucionales en las fuerzas de policía y el ejército. Incluso ahora cuando su llegada entra al mismo tiempo que la fiscalía descubre los verdaderos y horripilantes hechos detrás del incendio de Soacha el nuevo Ministro no a dado comentario alguno sobre los descubrimientos o sobre los comentarios de su antecesor que resultaron en que las familiares de las víctimas que decidieron denunciar los hechos fueran estigmatizadas y puestas en peligro. Amanecerá y veremos pero solo el Ministro Molano podrá enderezar el rumbo y por fin darnos las tan necesarias reformas que necesitamos.



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