No hay duda en que los jóvenes siempre han sido protagonistas de la historia política nacional, desde la Séptima Papeleta, las manifestaciones pro paz en los 2015 y 2016, y el paro nacional del 2019, todos han sido encabezados por jóvenes inconformes buscando cambios estructurales como ha sido el caso con las manifestaciones en Chile, el Never Again Movement en Estados Unidos o las protestas en contra de los gobiernos de Evo Morales en Bolivia y del Partido Trabajador en Brasil. Este surgimiento político de nuestra generación no solo a visto nuevos liderazgos en las calles, sino en los congresos y entes de control, desde Alexandria Ocasio Cortes y el “Squad” en Estados Unidos, hasta los congresistas como Katherine Miranda, Fabián Díaz, Juan Carlos Lozada, María José Pizarro entre otros en Colombia quienes fueron parte de Campamento por la Paz, Paz a la Calle, y otras organizaciones pro-paz.
Sin embargo, mientras nuevos liderazgos entran al poder también se ve uno de los retos más grandes de nuestra generación el cual es la llegada al poder y la responsabilidad y generar el cambio que se pedía en las calles. Ya van a ser 2 años desde la posesión del nuevo congreso de la República con un récord número de jóvenes y una participación gigantesca de parte de los movimientos Alternativos, y quedan menos de 2 años hasta las elecciones de un nuevo congreso donde se evaluara la gestión de los jóvenes en este gobierno. En ese sentido es importante ver que cambios estructurales en Colombia y el mundo se han visto desde la entrada de los jóvenes al poder. El primero en Colombia es la implementación de los Acuerdos de Paz, aunque incompleta y sin voluntad del gobierno nacional para ejecutarlos bien, se ha logrado preservar la esencia de sus partes principales, la Comisión de la Verdad, la JEP y otros organismos creados por los acuerdos han sobrevivido los 2 años del gobiernos Uribista y en lo local, líderes que apoyaron el proceso tal y como Carlos Caicedo en el Magdalena, Clara Luz Roldán en el Valle, Claudia López en Bogotá, y Aníbal Gaviria en Antioquia han logrado hacer avances en materia de paz a veces sin apoyo del gobierno Nacional. Por otro lado la educación también a visto mejores, la Universidad Nacional cuenta con un presupuesto histórico gracias a las manifestaciones a favor de la educación, y por primera vez la protesta social creo mesas de concertación entre el gobierno y activistas de todos los partidos y tendencias políticas.
Además desde el congreso de la República se ha prohibido el uso no regulado de la pólvora, se prohibió el uso de Asbesto en construcciones y por medio de presión al gobierno nacional se logró hacer retirar al Ministro de Defensa Guillermo Botero luego de haber ordenado bombardeos donde menores de edad fueron asesinados. Todo esto demuestra un balance muy claro, aunque nos espera una pelea grande para llegar al poder demostramos que se puede gobernar siendo joven y demostramos que se puede gobernar bien. Paso a paso en Colombia y el mundo los jóvenes estamos teniendo cada vez más incidencia y tan solo eso demuestra que el cambio es imparable.