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Reivindicación Indígena; Daniel Azuero

La comunidad indígena Misak, en un acto de protesta en la ciudad de Popayán, tumbaron la estatua de Sebastián de Belalcázar, colono español fundador de la ciudad. El acto ha generado un montón de especulaciones y declaraciones polarizadas en el país. De un lado, alcalde de Popayán rechaza el acto y asegura que se realizara la reconstrucción de la estatua, en contraste con algunos historiadores que apoyan el hecho realizado por los indígenas. Este tipo de situaciones requieren un análisis muy profundo nada fácil de abarcar, por lo que mi intención en este texto es dar algunas visiones e ideas muy generales que nos permitan entender el trasfondo existente detrás de este acto de protesta, con la intención de incentivar la investigación del tema y entender las intenciones de la comunidad indígena Misak.


Los indígenas Misak comparte una identidad propia, y podrían ser considerados como una nación en el sentido que comparten una voluntad colectiva que los distingue de otras comunidades en el país. Declaran que la estatua hace parte de la violencia simbólica que los ha oprimido y nos ha puesto en un lugar de olvido. Por lo tanto, la intención del grupo étnico recae en el intento de una reivindicación histórica tanta política, social y cultural.


El rechazo hacia la figura de Sebastián de Belalcázar reside en un descontento histórico de los Misak por la influencia y dominación de los colonos españoles y las elites criollas andinas que se forjaron después de la independencia, así lo explica Severo Martínez Peláez al declarar que los indios son un resultado del régimen colonial y postcolonial. La intención de los Misak es criticar la historia política tradicional o historia de arriba, y fomentar el entendimiento de la nueva historia o historia de abajo - términos desarrollados por Peter Burke – esta nueva historia tiene la intención de constatar una heteroglosia, donde se encuentren voces diversas y opuestas. La oposición a la historia tradicional busca la reconstrucción de una identidad como comunidad, donde los Misak buscan apartarse de la idea de sumisión y opresión de la elite española y criolla en la que han vivido.


A pesar de que los tiempos coloniales y postcoloniales ya pasaron, la construcción de identidad de la nación colombiana y los ideales estatales de la misma en lo referente al control del territorio, el orden urbanístico, la disposición del patrimonio, y la hegemonía de la versión histórica válida y plausible ante la ciudadanía común y corriente. Son producto de los ideales de la elite blanca criolla ubicadas en las grandes ciudades, impulsadas incluso por ideales evolucionistas Lamarckianos que jerarquizaban la raza blanca sobre las demás, que tenían como objetivo implementar sus propios ideales de nación en las regiones periféricas y donde habitaban los indígenas y afrodescendientes. Aquellos ideales que son aun vigentes y deslegitiman el papel crucial en la construcción independentista de las minorías étnicas.

En conclusión, reitero que el trasfondo histórico que rodea esta situación es bastante basto, sin embargo, queda claro que este no es un acto irrelevante de rebeldía, y que las intencionalidades de los Misak buscan una clara oposición a los símbolos coloniales que han afectado la construcción de su comunidad, el desarrollo y visión de los indígenas para el Estado colombiano y la sociedad urbana.

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