En el mundo existen 7525 millones de personas por lo tanto, existen 7525 millones de soñadores pero sólo los de corazón perseverante y trabajo disciplinado han podido cumplirlos. A medida que el tiempo pasa, surgen nuevas curiosidades en la vida cotidiana, y el ser humano busca cuál de todas estas estrellas tiene un brillo particular, un brillo que ante sus ojos nadie podrá apagarlo, y en ese momento tomará una decisión crucial para el destino de su felicidad, o toma por las riendas el camino a realizar su sueño o simplemente lo abandona pero, ¿Qué provoca desertar de nuestros sueños? En tres palabras: represión de talentos.
Ante la imagen de un sueño, seamos cuidadosos a quién involucrados en el camino, pues sólo podremos ser exitosos con aquellos que siempre nos animen a ser los más grandes y no menos que eso, es difícil soltar a quienes dudan y reprimen a nuestros talentos y en medio de esas cadenas, podemos encontrarnos a nosotros mismos.
Volvamos a nuestro talento nuestra religión y creamos en nosotros sin importar la tempestad, agradeciendo siempre el poder de nuestro talento. Partiendo del primer punto al remarcar que ningún talento es menos que otro y que algunas veces existen talentos compartidos, y por eso, cada uno tenemos un hogar reservado en las bellas artes, en las ciencias exactas, en la naturaleza, en la propia vida y en el camino de todos los mundos que hay en cada soñador que se unen a nuestro paso. Por ello he aquí mi afirmación mi lector soñador: todos tenemos lo que queremos, absolutamente todo y si no tenemos lo que queremos es porque no lo queremos lo suficiente para luchar por ello.