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El Amor en los Tiempos del COVID; Guillermo Francisco Reyes Larrazábal

Leí hace unos días el clásico de la literatura del realismo mágico de Gabo, “El Amor en los Tiempos del Cólera”. Una novela única en su clase, con un sentimiento literario que solo García Márquez pudo haber producido. Es un hecho, este extraordinario texto, no solo me intrigó, sino que me cautivó desde el momento en el que leí el nombre de Florentino Ariza; e indiscutiblemente, es una de los mas importantes posesiones en mi colección de libros de mil y un colores. Publicado en el año 1985 cuenta la historia de un amor juvenil entre Fermina Daza y Florentino Ariza, interrumpido y despedazado por los famosos matrimonios arreglados, donde Fermina tuvo que casarse con el importantísimo Doctor Juvenal Urbino quien tenia “nombre y apellido”. La novela narra las perspectivas inexplicablemente diferentes de los personajes, quienes en el transcurso del texto van cambiando, pero solo una cosa se mantiene estática en el tiempo, y es, el amor que Florentino Ariza siente por Fermina Daza. El lector se podrá preguntar, pero ¿Cómo se relaciona esta novela con el Coronavirus? Tiene todo que ver.

El Coronavirus ha sido una pandemia que actúa con un silencio angustioso, formando un miedo multitudinario en la sociedad; indudablemente algo tal como el efecto que tuvo el cólera en los corazones de los ciudadanos de San Juan de la Ciénaga. Con incomodidad nos hemos acostumbrado a ser un nuevo tipo de ciudadanos; mundanos y terrenos fácilmente atraídos por algo tan superficial como un día sin IVA, estáticos ante la imposibilidad planteada por una peste que constriñe nuestra edificación en un contexto publico y social, frívolos frente a la comprensión de la pandemia. Con este virus también ha nacido lo que se puede conocer como la socialización “electrónica”. Si antes salíamos a fiestas, reuniones, encuentros, inclusive a tomar un café, estas posibilidades han desaparecido por un futuro incierto, lo cual permite que nos planteemos las siguientes preguntas; ¿Cómo se pueden establecer verdaderas relaciones humanas por medio de una pantalla? Y ¿Hasta que punto podremos considerar aplicaciones como Houseparty o Zoom como las fuentes de las relaciones humanas?

La falta de conexión humana, la falta de socialización, la falta de vínculos entre las personas ha sido la principal causa por la cual la cuarentena ha sido tan difícil; adoramos y deseamos fervorosamente sentir a los demás, extrañamos lo que es ver a una persona, cara a cara. Pero con la falta de conexión humana, ¿Qué ha pasado con el amor? El amor es un factor, es un estado anímico, es una forma de vivir la vida, por lo cual este periodo de pandemia, confinamiento y distanciamiento social no ha de aterrorizarnos, ni mucho menos ha de ser la razón por la cual pensemos que este ha desaparecido en su totalidad, de nuestras vidas. Puede sonar como una simple obviedad, pero el amor se ve en diferentes formas y sabores, cada uno, a su propia subjetividad puede tener una comprensión completamente diversa del amor, por lo que debemos, ahora mas que nunca, ser pacientes, comprensivos; rescato en este orden de pensamiento el famoso dicho que reza, “dele tiempo al tiempo”, tarde o temprano tendrá que acabar esta arrolladora e implacable pandemia. Al extinguirse, hemos de re-construir, re-establecer, y re-conocer a nuestros prójimos, a quienes queremos y quienes nos quieren; por ahora la tarea que tenemos como raza humana es volver a amarnos a nosotros mismos, tener la capacidad de adaptarnos a una extraña, sórdida y mezquina soledad; aquel que se ama a si mismo tiene la capacidad de amar a los demás en una mayor medida.

La pandemia del covid-19 ha sido la prueba viva de que el amor también puede llegar a faltar. El confinamiento social por mas de 80 días ha puesto en una prueba de fuego el amor de parejas y familias; este distanciamiento social ha sido un “encarcelamiento” particular, que ha dividido y acercado a las parejas que viven juntas. Enclaustrar a dos o mas durante un periodo extendido de tiempo puede, tristemente, resultar en la división, violencia, o algún otro traumatismo tanto físico como psicológico. En este orden de ideas, si, el amor ha faltado; altas tasas de feminicidios, violencia de genero, violencia intrafamiliar. Claro, todos los que hemos tenido el placer de compartir en familia, hemos podido afianzar y fortificar el amor familiar, pero no se puede desconocer que el encierro de ideas, pasiones e ideologías, bajo un mismo techo puede resultar en una combinación ininteligiblemente compleja.

El amor, el sexo, el placer, el gusto han sido tan golpeados, y en casos, en mayor medida, que la economía y el desarrollo, porque al fin y al cabo existe una relación intrínseca entre todos estos factores. El cierre de bares, discotecas, la cancelación o el aplazamiento de diferentes eventos y conciertos, tal y como Estéreo Picnic han causado que las personas no puedan disfrutar de una abundancia de sentimientos entrelazados con la diversión de compartir en comunidad. La extravagancia de feromonas y demás hormonas, ha causado que durante los últimos tres meses no hayamos encontrado como desatar o dar uso a estas, causando efectos extraños, que nunca antes habiamos experimentado.

“¿Y hasta cuando cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? – Le preguntó. Florentino Ariza tenia la respuesta preparada desde hacia cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches. -Toda la vida – dijo.” Amor en los tiempos del Cólera

El amor es un ente cambiante, en el cual no existe simplicidad alguna, donde cada una de las personas que se aventuren en este juego han de verlo de una manera diferente, donde la diversidad es aquella que verdaderamente define lo que es el amor. No existe mejor momento para amar, para cautivar, para extrañar, para adorar, para que fluyan los sentimientos que han estado taponados por una incalculable presión externa. Los invito, a que aprovechen este momento, quizás la tecnología no es la mejor de las maneras para demostrar el sentimiento, pero es aquella que nos simplifica la vida durante la pandemia; escriban, llamen, acérquense a las personas; que este periodo pandémico sea determinado, no por el sufrimiento o el dolor, sino mas bien por el cariño y el amor.

Guillermo Francisco Reyes Larrazábal

Canción:

Un Misil en mi Placard; Soda Stereo, 1984 (Preferiblemente la versión MTV Unplugged)

Apple Music:

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