El capitalismo es más que un sistema económico, el capitalismo es algo muy grande, y con esto concuerdo con el pensamiento de Slavoj Zizek en decir que el capitalismo es una categoría ética/religiosa, el capitalismo tiene la habilidad que entre más se cree que se derrumbara, entre más uno piense que se está pudriendo y se genere una idea de que estamos presenciando el fin del capitalismo, más prospera.
El ejemplo claro es la situación actual de COVID-19 (que de por si el trasfondo filosófico que puede realizarse, y que se está realizando en esta situación es tremendamente inmenso) que a pesar de que por cuestione obvias el sistema económico tuvo una recesión significante, lo que para mucha gente fue una faro de luz de que hay que cambiar nuestra manera de vivir (y no estoy afirmando que esto no suceda, de hecho es muy probable que factores de esta excepcionalidad pueden tener carácter permanente) en realidad nos demuestra que el capitalismo es un sistema preparado y cambiante, que se adapta al entorno sin perder su esencia.
Eso lo vemos en la decisión de varios gobiernos de comenzar a reactivar la economía a pesar de que la pandemia no se ha acabado y que incluso en varias regiones falta mucho tiempo para alcanzar el pico de contagios, eso hace un capitalista ideal, un capitalista esta preparado para poner en riesgo todo, incluso su vida, con tal de que la producción continúe, el capital circule, etc.
Aquí nos encontramos en un gran problema, sobre todo para aquellos críticos del capitalismo, y es ¿Qué puede remplazar al sistema? ¿Habrá algún otro modelo distinto a la economía de mercado monetario posible que prospere, de manera que podamos solucionar los problemas del capitalismo excesivo actual como el calentamiento global y la explotación suprema de los recursos naturales?
Es una pregunta que agobia y pone en verdadero duelo a los anticapitalistas, los cuales la mayoría harían hincapié en dar respuestas moralistas de tipo “el dinero debe servir a la gente, la gente no debe servir al dinero” y se hable de unas sociales democracias keynesiana vagamente. Lo más complejo de esta pregunta, es que pensarla de por si implica una dificultad mental, la cual nos bloquea al momento de intentar dar una respuesta y no saber por dónde empezar, muchos pensaran que no existe otro modelo que pueda remplazar al sistema capitalista y que este es totalmente indestructible.
Suena tan frustrante intentar aceptar esa última posición, ¿Cómo puede ser que el ser humano no pueda cambiar algo que el mismo creo? Implicaría concebir el fin del capitalismo como el fin de la humanidad misma ¿será esto posible?
Es pertinente mencionar que todas las alternativas al capitalismo del siglo XX han fracasado estrepitosamente, es algo que nadie puede negar, en la Unión Soviética se intento deshacer el predominio del mercado, pagando el precio de volver a un sistema de dominación directa – amo y esclavo – y este es el serio problema que tácitamente nos da una imposibilidad intelectual de poder crear alternativas al mercado, sin fracasar miserablemente, y es un problema porque el capitalismo no es un sistema perfecto en lo absoluto, abarca muchos perjuicios multidimensionales (algunos brevemente mencionados como el cambio climático y la explotación de recursos naturales) así como Winston Churchill mencionó que la democracia es el peor sistema de gobierno a excepción de todas las demás, igualmente podríamos pensar que el capitalismo es el peor sistema socioeconómico a excepción de los demás. En lo personal, intentar asimilar dicha posible realidad, es tremendamente frustrante.
¿Qué nos queda? ¿Qué podemos hacer? ¿Sera que no nos queda más que resignarnos a un triunfo infinito del capitalismo? ¿Se puede “mejorar” el sistema capitalista para que no genere los grandes prejuicios ambientales (por no mencionar el resto) que produce? ¿Qué puede remplazar al capitalismo? Es muy complejo, sin embargo, y con esto concuerdo nuevamente con Zizek, es tiempo de empezar a pensar, revertir la idea Marxista de que los filósofos se han dedicado a contemplar al mundo y por lo tanto es tiempo de transformarlo; mas bien hemos intentado cambiar el mundo apresuradamente, es tiempo de volver a pensar, y aun más complejo que esto, despensar para repensar.
Comments